Hoy, desde “Conectados al Transporte” queremos hablaros de la nueva traba que le están poniendo a todos los transportistas de nuestro país. Se trata de la confirmación del Gobierno, de manera casi oficial, su intención de equiparar la fiscalidad del gasóleo con la de la gasolina, una medida que podría tener un impacto devastador en la competitividad y sostenibilidad del sector.
Desde la Confederación Española de Transporte de Mercancías
(CETM), se ha lanzado una alerta urgente sobre las consecuencias de esta
decisión, que podría suponer un incremento del 24,72% en el Impuesto sobre los
Hidrocarburos (IIEE) para el gasóleo, pasando de 379 euros/1.000 litros a
472,69 euros/1.000 litros.
El impacto directo en los costes operativos
La equiparación fiscal propuesta por el Gobierno no es un
mero ajuste técnico; es un golpe directo, una gran amenaza, a la estructura de
costes de las empresas y autónomos del transporte. Según los datos del boletín
petrolero de la Unión Europea, el precio del litro de diésel podría aumentar de
1,50 euros a 1,61 euros. Este incremento, aparentemente modesto, tendría un
efecto de cascada en toda la cadena de suministro, encareciendo los productos y
servicios que dependen del transporte por carretera.
España, que actualmente ocupa el cuarto puesto en el ranking
de países con el precio más bajo del gasóleo en la Unión Europea, pasaría a ser
el undécimo país con el precio más alto. Este cambio no solo afectaría a la
competitividad de las empresas españolas, sino que también pondría en riesgo la
viabilidad económica de miles de transportistas que ya operan con márgenes
reducidos.
Uno de los aspectos más preocupantes de esta medida es su
impacto potencial sobre el Gasóleo Profesional (GP), una figura fiscal que
actualmente beneficia a los vehículos de transporte de mercancías con un peso
máximo autorizado (PMA) igual o superior a 7,5 toneladas. El GP permite una
deducción sobre el exceso del IIEE soportado en relación con el mínimo
comunitario, lo que supone un alivio fiscal significativo para el sector.
Sin embargo, desde la CETM se advierte que esta figura
podría desaparecer en el futuro, ya sea por decisión del actual Gobierno o de
cualquier otro que llegue al poder. La eliminación del GP supondría un coste
adicional insostenible para el sector, que tendría que asumir la totalidad del
importe aplicado en España por encima del mínimo exigido por la Directiva de la
UE.
Fuga de consumos hacia Francia y Portugal
La equiparación fiscal también podría provocar una fuga de
consumos hacia países vecinos como Francia y Portugal. Según el análisis de la
CETM, si se aplicase la equiparación del impuesto del gasóleo al de la gasolina
y se mantuviese la figura del GP, España se situaría en un precio de venta al
público (PVP) neto equivalente al de Portugal. Sin embargo, Francia tiene un
margen adicional de 12,17 céntimos que podría utilizar para posicionarse por
debajo de España y Portugal, atrayendo a las flotas de transporte internacional
y a las empresas de zonas fronterizas.
Esta fuga de consumos no solo supondría una pérdida de
competitividad para las flotas españolas, sino también un impacto negativo en
la economía nacional, ya que se reduciría la recaudación fiscal y se
debilitaría el tejido empresarial del sector.
Pérdida de competitividad del sector del transporte de
mercancías
El transporte por carretera es un pilar fundamental de la
economía española, responsable del movimiento de más del 70% de las mercancías
en el país. Sin embargo, este sector ya soporta una carga fiscal considerable,
con más de 21.500 millones de euros anuales en impuestos relacionados
directamente con el uso de la carretera. Esta cifra, que supera con creces los
costes de mantenimiento de las infraestructuras, hace que cualquier incremento
adicional en los impuestos sea difícil de justificar.
La equiparación fiscal del gasóleo no solo aumentaría los
costes directos de las empresas y autónomos, sino que también tendría un efecto
multiplicador en el precio final de los productos. En un país periférico como
España, donde las distancias son mayores y los costes logísticos ya son
elevados, esta medida supondría un grave perjuicio para la competitividad de
los productos españoles en los mercados internacionales.
Llamamiento a la prudencia
fiscal
Desde la CETM se hace un llamamiento urgente al Gobierno
para que reevalúe esta medida y tenga en cuenta las graves consecuencias que
podría tener para el sector del transporte de mercancías por carretera.
Cualquier cambio fiscal debe ser evaluado con rigor y teniendo en cuenta el
impacto real sobre las empresas y autónomos que forman el tejido productivo del
país.
En definitiva, el sector del transporte de mercancías por
carretera necesita soluciones, no más problemas. Y la equiparación fiscal del
gasóleo es, sin duda, un problema que no podemos permitirnos.
Comentarios
Publicar un comentario